Este viaje empieza como muchos otros, es decir, en el aeropuerto.
Llegué a Barajas temprano, aunque al final tampoco sobró tanto tiempo.
Me dieron el billete y facturé el equipaje todo a la vez (Mamá a estas alturas estaba de los nervios y no paraba de hablar como una psicópata, comentando cada movimiento. Gracioso a la par que molesto).
Después de esto fuimos a desayunar (un cola cao y un donuts) mientras mi padre se quejaba: “al aeropuerto se viene una hora antes y ya está, desde luego vaya tontería venir tan pronto, vaya pérdida de tiempo”.
No fui capaz de comerme el donuts…. vaaaale, yo a estas alturas también estaba de los nervios. No he mencionado que me da un poco de miedo volar, y ésta es la primera vez que lo hago sola, ahí con dos cojones! 8 horas de vuelo!
Cuando terminamos fuimos hacia la zona de control y después de curiosear un poco decidí pasarlo ya, porque mejor ir con tiempo. Sueno a madre, lo sé, pero con el tema aeropuertos me pongo insoportable, es como “aaaay q pierdo el vuelo, aaaay que no encuentro la puerta de embarque, aaaaay q se estrella el avión (ojalá se estrelle en “La Isla”, ojalá,ojalá…)”.
Me despedí de mis queridos papis, sorprendentemente mi madre no lloró! (ya no me quiere como antes jajaja). Aunque más tarde me confesó que lloró en el coche volviendo a casa (estas madres, como son…).
Llegué a la puerta de embarque sin dificultad (bueno me confundí de dirección y tuve que volver sobre mis pasos, pero eso es un pequeño detalle sin importancia) y no tuve que esperar mucho para pasar.
Pedí ventanilla (ya que presumo de tener miedo a las alturas por lo menos que sea justificado), a mi lado estaba un hombrecillo que tendría unos treinta y pico años, alto y bastante corpulento, de hecho invadía mi espacio vital sin mostrar la mas mínima vergüenza (esta gente…). Eso sí, era majo, me ayudó a rellenar un papelito, porque yo soy un poco lerda.
El vuelo fue muy tranquilo, me dieron comida y merienda, tenía tanta hambre que me comí el bocadillo con queso y todo (importante: no me gusta el queso). No hubo casi turbulencias y a las 21:50 (hora española) llegamos a New Yooooork (cambio de hora -> 15:50).
La verdad es que teniendo en cuenta que me daba miedo volar, y que también me daban miedo las alturas…. Estuve de lo más tranquila durante todo el viaje y aprovechaba cualquier ocasión para mirar por la ventanilla, es como ver Google Maps en versión real!
Al llegar a New York hice un alarde de valentía y me fui a coger el Air Train, que me llevaría hasta la estación de metro “Jamaica”.
Conocí a dos gallegas (como no. Hay un gallego en la Luna, Luna…), pero como no íbamos para el mismo sitio nos dispersamos.
Antes de entrar al metro conocí a otros chicos también de la beca: Gim, Bronchi y Naiki. Éstos sí que iban a la West Side YMCA (el pozo es superior ... ). Así que me uní a ellos. Primera impresión: majos.
Llegamos los cuatro juntos a la resi, después de un viaje eterno en metro (leeeeeeeeeeeeeento), cosa más horrorosa. El vuelo llegó a las 16h más o menos, y llegamos a la residencia casi a las 20h!! y eso que el aeropuerto está a una hora como mucho.
Primeras impresiones: mucho calor en el metro, muy lento, pero gente amable. Muchos latinos, bastantes negros. Me encanta el royo multirracial.
Fuimos a recoger la llave (tarjeta) y a dejar las cosas. Dolor intenso en el brazo… las escaleras mecánicas no han llegado a NY.
El chico de recepción me pareció muy majo, y tenía ahí un algo.
Mi habitación estaba bien, cómoda, se veía Central Park, me doy por satisfecha. Y además en mi planta (habitación 1342, o sea, planta 13) los baños son compartidos, pero individuales, es decir, a ducha y váter por baño. Cómodo, intimidad = 80%.
Al dejar las cosas nos fuimos a dar una vuelta los cuatro. Compramos en un Deli (1’75 botella de agua -> robo, robo feo). Y después fuimos por la 5ª Avenida.
Muchas tiendas lujosas, tiendas en las que no podré comprar sin empeñar mis ojos previamente. Pero bueno, para eso se inventaron los escaparates. Es inevitable no recordar alguna película o serie al pasear por aquí.
Dirección Downtown hasta la altura de Times Square. Entonces cambiamos de dirección y me comí mi primer Hot Dog americano!!(Robo -> 3 $ -> Bicha parece guiri -> feo sentimiento abrasador*) y era super picante, y cuando digo súper digo SUPER!! (nota: me encanta la comida picante, pero aquello abrasaba).
Y Times Square!!! Genial! Me encantó. Mucho anuncio, mucha luz. Carteles grandes, bonitos, no como Barcelona, carteles pequeños, feos.
Me hizo gracia el Bubba Gump, que la verdad, no tenía ni idea de que estaba ahí. Corre Forrest!
Eso sí, mucha gente, difícil andar, eso no me gusta, pero… YATTTTA!!
Allí hay todo tipo de gente, creo que el 99% eran turistas, si no el 100%. Cada cual más raro. Lo mismo te encuentras a un cowboy en gayumbos, como a un regimiento de turcos.
Después cogimos Broadway y “Uptown”!!, que ya estábamos hechos polvo.
Hora española 6:30, hora local 00:30.
Nota: muchas limusinas, coches baratos 0%.
*Gracias Marian Keyes por crear a Lola.
