Esta semana ha empezado mi segundo cuatrimestre oficialmente.
Vaya MIERDA de semana, así, en mayúsculas.
Hacía tiempo que no tenía una semana tan mala, en serio. Y no porque haya vuelto a las clases, no, que va, si no porque mi querida Complutense me ha dado por el culo pero bien.
El lunes fue una mierda de día por razones varias. Las clases de este cuatrimestre no pintan demasiado bien y encima no fui capaz de encontrar una clase en otra facultad, bueno, porque mi compañero llevaba mal apuntado el número de la clase en realidad.... así que empecé bien!
El martes por lo menos ya sabía donde tenía que ir, así que fui directa y me encuentro con que mi clase no es en ese aula.... ahí ya empecé a cabrearme, porque no puede ser que cambien de aula y no lo avisen en ningún lado.
Así que fui a conserjería a ver qué pasaba con esa clase y ... ¡sorpresa! resulta que mi clase para este segundo cuatrimestre en realidad era en el PRIMER cuatrimestre. Mi cara debió ser un poema.
Pues sí, queridos míos, los horarios estaban mal en la página oficial.
Nota: estoy en 5º, lo que quiere decir que es mi último año de carrera, y al perder esa asignatura me quedan 6 créditos sueltos, por culpa de un fallo de la propia universidad y no mío.
Estuve todo el día de arriba para abajo, de una facultad a otra para ver cómo coño solucionaba eso. No daré más detalles aburrido porque tampoco tienen mayor interés.
Me dieron la opción de matricularme en otra asignatura, si el profesor daba el visto bueno, así que fui a hablar con un profesor que ya conozco y me dijo que no había problema.
Hoy he ido a matricularme y me han dicho que nada, que en esa asignatura no quedan plazas, así que a seguir buscando.
Ira
.
.
.
mucha
.
.
.
ira
Así que me he tenido que poner en contacto con otro profesor y a ver si mañana consigo hacer algo. Tengo la esperanza de que éste me de el visto bueno y el lunes pueda tener todo solucionado, pero estoy un poco histérica y con ganas de matar.
Además de todo esto estoy ya de por sí en unos días de "odio a todo el mundo" y estoy especialmente susceptible con algunas personas.
Algún día de estos morderé a alguien.
Hoy además de el estrés en la universidad, también he reservado un billete de autobús, el mes que viene me voy de viaje relámpago a Tarragona a visitar a una amiga que necesita mi amor (aunque ella no sabe que yo voy muahahaha).
Y también he comprado la entrada para el festival al que dije que voy a ir en verano (¡por fin!), así que ya es oficial.
Y por otra parte, el viernes pasado me dio la vena sociable y salí de fiesta con una chica de clase con la que no tengo especial relación, la típica relación de compañera de clase y ya. Pero allá que me fui, a la aventura, y la verdad es que me lo pasé genial y me hizo sentir super a gusto. Estuvimos hablando un montón y con ciertos temas que discutimos, sentí que me entendía mejor que nadie.
Llevamos en la misma clase cinco años y descubro esto a estas alturas.
Más vale tarde que nunca.
Y por hoy me despido, ya comentaré que pasa con mi matrícula, si consigo solucionar el tema o si acabo asesinando a media secretaría.
A ver si me voy relajando un poco este finde y dejo de odiar a todo el mundo.
Voy a hacer una actualización rápida, por si por algún fenómeno paranormal a alguien le gusta leerme y echa de menos mi presencia (yo también os quiero aunque no os manifestéis).
Estos últimos días he estado bastante ocupada con cosas de la facultad, trabajos y mierdas, y como soy un desastre y suelo dejar todo para última hora, al final acabo hasta arriba de trabajo para hacer en muy poco tiempo.
Para el próximo cuatrimestre juro que cambiaré! (mentira)
Ha sido una semana en realidad bastante normal, con algunos detalles buenos y todo. Yo de hecho tenía pensado actualizar contando cosas buenas y bonitas que me habían pasado.
Pero el viernes ha cambiado totalmente la semana. Y ha conseguido que me olvide de todas las cosas buenas que me habían pasado.
No voy a explicar exactamente lo que pasó, porque no me apetece, hay cosas que prefiero no contar en un blog. Simplemente diré que incluye familia y hospital.
Está todo dicho.
Ayer fue un día bastante divertido hasta las 5 de la tarde, luego se convirtió en una mierda absoluta acompañada de lágrimas.
Afortunadamente, la cosa mejoró un poco. Y hoy, a pesar de que ha sido un día largo, estoy mucho más tranquila y viendo las cosas con más positivismo.
Por otra parte, llevaba tiempo queriendo salir de Madrid, siento que necesito desconectar un poco, y me iba a ir a Galicia (tierra de mis amores) a pasar las navidades.
Ya tenía billete y todo.
Pero ha habido que cancelar el viaje, así que me quedo en Madrid (yupi...).
Los próximos días seguiré estando bastante ausente seguramente, a no ser que decida usar el blog a modo de vía de escape (todo puede ser).
Así que de momento lo voy a dejar aquí.
Espero que vuestra semana haya sido mejor que la mía y aunque todo sea un poco mierda ahora mismo, estamos en una época del año que a mi siempre me ha encantado.
Disfrutad mucho, espero que la lotería nos de una alegría a unos cuantos y que tengáis muchos regalitos bonitos.