Reflexiones durante una tarde de trabajo

Ayer estuve hablando con Habichuela sobre "etiquetas" y he estado pensando.

Por qué tenemos esa necesidad de clasificarnos?
Por qué tenemos que posicionarnos a un lado u otro?

En realidad, entiendo que haya gente que esté de acuerdo con esto y me parece muy bien, cada uno puede decidir que etiqueta llevar.
Pero a mí no me gustan las etiquetas, no me gusta tener que definirme con dos o tres palabras que en realidad sólo reflejan una parte de mí, pero la gente suele tomarse tus etiquetas como el referente principal.

Y por qué si no me gustan las etiquetas tengo esta sensación de que necesito posicionarme?
Siempre hay alguien que te pregunta "pero,¿tú qué eres?".
Yo soy una persona, eso es lo que soy (al menos lo era la última vez que lo comprobé).


A mi no me gustan las mujeres, ni tampoco los hombres, a mi me gustan las personas.
Estoy cansada de los prejuicios, de lo que nos enseñan desde pequeños.

Yo no quiero estar con alguien por lo que tenga entre las piernas, yo quiero estar con alguien porque me quiera y yo también a ella o él.

Supongo que habrá gente que no esté de acuerdo con esto, pero yo hablo por mí. No quiero ponerme etiquetas, pero entiendo que la gente quiera hacerlo. Lo único que no logro comprender es por qué la "fábrica de etiquetas" tiene que presionar tanto al personal.


Yo soy de esas personas que tardan en darse cuenta de las cosas o simplemente es que ahora pienso con más claridad que cuando tenía 15 años.
Digamos que soy un poco nueva en todo este royo, puede ser que dentro de un tiempo no piense igual que lo hago ahora, pero esta es mi realidad actual y me apetecía compartirlo en éste, mi querido blog.

Yo no quiero ser lesbiana, ni hetero, ni bisexual. Yo no quiero ser nada y quiero ser todo.
Simplemente quiero ser yo.
Quiero poder ser yo misma con todo el mundo sin necesidad de que me pongan un nombre.


Muas Muas!!*